lunes, mayo 07, 2007

SoLiLoQuio De uN ReFLeJo

No es la duda,
sino la certeza
lo que nos vuelve locos.

Friedrich Nietzsche


abro y cierro los ojos con rapidez, abro y cierro los ojos con fuerza, abro y cierro los ojos con angustia. la casa me abraza hasta sofocar, se hace cada vez más pequeña; yo me hago inmensa, pesada, evidente, oprimida hasta la resignación.

abro y cierro, una y otra vez los ojos derrotados, abro lento... y los cierro rápidamente en cristales; puedo sentir el corazón en los párpados, golpes constantes que arden, el cuello rígido, una sensación interna de frío severo.

abro y cierro los ojos a la oscuridad, las piernas frágiles y sensibles a las pequeñas agujas que hieren incesantemente los pies quebradizos.

la casa se hace inmensa, los labios secos, partidos e hinchados, dejo de respirar por un momento, el pecho se dilata, trato de tragar y el ahogo se hace más doloroso... siento un golpe de aire en el cuello, seco en el paladar, amargo a los costados, cierro los ojos por impulso; logro tragar una bocanada de aire, amargo, ácido y duro, el rostro se humedece.

una corriente en la nuca, una brisa, inestabilidad desde mi espalda, vacío, como el latido de un abismo; sin saber, ni querer, ni poder, mirar.

una pesadez recorre mi cuerpo desde el suelo, los pies pegados al piso como parte de él, inseparables, me convierto en cemento, escucho el rumor opaco, lento, espeso, me recorre lenta y cruelmente, secando la piel en un soplo quemante...

tomo el aire en pequeñas porciones y lo escupo en forma intermitente, como para no descubrirme sin respiración.

abro y cierro los ojos, porque puedo abrir y cerrar los ojos, en una práctica hostil de sensaciones, a cambio de la inercia de mis piernas de cemento, piel de cemento, y la sangre espesa que aún late en esta coraza infame... extiendo sólo en mi mente, el recuerdo de la mirada tenue, lazos cortados con el mundo a través del cristal de las miradas.

abro y cierro tus ojos impávidos de no ser...

abro y cierro mis ojos al otro lado del espejo.
.
.
.

4 comentarios:

Jean Pierre Frederick dijo...

No suelo tomarme la libertad de leer más de un blog completo y que sea de la misma persona, pero lo hice.
Es inmediato el reconocer ciertos elementos arquetípicos en su escritura, los cuales casi actuan indefectiblemente hacia la buena literatura, su buena literatura. Es sencillo relacionarle con Focault y Nietzschie y eso siempre es bueno, lo unico que me faltaría leer serían Tercetos Dantescos para interesarme aún más en su escritura. Siempre es bueno hallar blogs como el suyo.



Jean Pierre Frederick

Amapola dijo...

Magistral y claustrofóbico, voraz e intenso como cada letra que declamas, como cada frase que me dejas, como tu mirada tras el espejo...de piedra, de sangre, de fuego, quemante.

Santiago Paz dijo...

Me has salvado de caer en una espiral esquizofrénica de lucha entre lo que deseo y lo que no deseo; entre lo que soy y lo que quiero ser profundamente.

Y es cierto, la certeza nos enloquece. En mi caso, mucha certeza es mala. Me han acostumbrado a las imprecisiones.


Beijos, querida amiga.



Atte:
Paz

Dedo Idiota dijo...

Para jean pierre frederick: agradezco su dedicación con mi mundo... ahora no soy un Dante... pero me parezco mucho a mi: eso no le interesa???... un abrazo

Para amapola: como una mujer?... como usted?... bella en mi mundo: besos.

Para santiago paz: ufff... el peso de sus palabras es aplastante, bello de creer, pero demasiado... pero como sé que usted está loco... jajaja... un abrazo amigo...