domingo, julio 29, 2007

aMoR De "NiÑo"



...nunca miraba de frente, era incapaz de ver a los ojos a una mujer sin dejar caer las cosas y las palabras torpemente, de aspecto tímido y torcido, respetaba su senda como a un ritual, leche, cereal y algo de fruta, mamá le confiaba la compra del desayuno diario, lo único que podían compartir... y el silencio impenetrable de una mente como la “del niño”.

...la madre era lo único que tenía, carencia o certeza era recíproco; ella sólo abría la boca para maldecir a las mujeres, que le recordaban el abandono del que nunca fue su esposo.

...era una vieja letanía de una mujer vieja y cansada de todo, con asco por las mujeres, con rabia con los hombres... respiraba con dificultad, su piel era oscura y opaca, era difícil definir cuales fueron sus rasgos antes de las arrugas... caminaba como arrastrando cada uno de sus años en manda, el niño era lo único que retenía vínculo con un pasado que rozaba su imagen de mujer, todo esfuerzo con él era guarida de excusa mal trecha de vida.

...solo de vez en cuando, casi por accidente su mirada se cruzaba con la de su madre, no la escuchaba, no era necesario, reconocía el tono del mensaje, medio encorvado por sus no vividos cuarenta y tantos años, se dedicaba a escuchar, todo, era capaz de escucharlo todo, más allá de la voz de su madre, el movimiento de sus ropas al caminar, su propio latido, una gotera, su respiración, la de ella, ya no distinguía de dónde venían los sonido, eran nítidos, eran demasiados.

...-la tomé del brazo para acompañarla a su cama, ya no hablaba, estaba cansada, su respiración era aún más intensa, le saqué los zapatos y la ayudé a tenderse sobre la cama, hacía calor en esa pieza blanca, frente a ella, la ventana abierta provocaba un movimiento suave en las cortinas traslúcidas, me senté en la silla mecedora junto a mi madre, cayó lentamente en sueño profundo, acusado por un suave ronroneo, el aire la recorría y su vestido se dejaba recorrer, su respiración se agitaba en mi cabeza, su imagen era angelical, como el rictus sereno de un cadáver, era bella, me dejo rozar por la brisa, los susurros, mi mano se agita bajo mi pantalón, me inclino frente a ella, muevo mi boca entre sus piernas secas, ásperas... estropeadas, primero lento ...pierdo el control, coloco blanca almohada para no dejarme ver, abrazo fuerte, mientras me coloco dentro, la quiero una y otra vez, se mezclan mi sudor y su sal, sus huesos frágiles se aflojan soltando crujidos... sin necesidad de almohada beso boca amarga, que ya no emite sonidos-.

...-¡te quie-ro... mu-cho... m-a-m-á!-.

8 comentarios:

matlop dijo...

...-¡te quie-ro... mu-cho... m-a-m-á!-.



Q NOTABLE AMIGA
me encanto !!...isisisisiiiiiiii...


=)


te dejo UN ABRAZOOOOOO como los de AMMA!!!

M:

Enrique de Santiago dijo...

Muy bello relato, me recordó a mi madre, a quien recuerdo y amo. Me transportó al lugar de sus caricias, las que hoy extraño de sobremanera. Quien honra a su madre merece todos los honores, hermoso.
Gracias por tus palabras, seré un visitante perpetuo de este sitio, hay algo mágico aquí. Haré un link para que mis migos vemgan a disfrutar como yo. Enrique de Santiago

Enrique de Santiago dijo...

Se me olvidó agregar que fueron muy sensibles tus palabras en mi blog, Artedesantiago

Carlos Killian dijo...

podria decir muchas cosas,pero dire,simplemente bello,siempre te leo sobre el hombro de la cordillera,beso,killian

Santiago Paz dijo...

Que increible. El complejo de Edipo llevado a la máxima perversión.


Es tu sello ese, el de trastocar un poco la realidad y volverla algo oscura. Por eso me gusta.


Beijos, amiga.



atte:
Paz

Jean Pierre Frederick dijo...

Excelente! Gran Texto acompañado de una gran foto. Tiene un aire a alguna pintura surrealista de René Magritte. Saludos.





Jean Pierre Frederick

Boina Descalza dijo...

Edipo se regocija en su tumba, y yo recuerdo que tengo un texto a mi madre, que nunca le di. Quizas una suerte de complicidad de mi mente con la suya

Dedo Idiota dijo...

Para matlop: sabía que eras turbio jajajaja… tal vez por eso Te abrazo.

Para Enrique de Santiago: gracias por venir, estar y querer volver: gracias:

Para Carlos Killian: bueno, en algún momento diremos y callaremos lo quer corresponda. Te beso.

Para Santiago Paz: trastocar?... yo no le he hecho nada a esa doña!!!... Edipo te manda saludos. Besos

Para Jean Pierre Frederick: que gusto que repararas en la imagen, a mi me encantó: cuándo podré leerlo nuevamente?.

Para Cote Cumplido: tal vez… la mente hila en forma curiosa, besos.